Te enterramos ayer.Ayer te enterramos.Te echamos tierra ayer.Quedaste en la tierra ayer.Estás rodeado de tierradesde ayer.Arriba y abajo y a los ladospor tus pies y por tu cabezaestá la tierra desde ayer.Te metimos en la tierra,te tapamos con tierra ayer.Perteneces a la tierradesde ayer.Ayer te enterramos
en la tierra, ayer.
VII
Madre generosade todos los muertos,madre tierra, madre,vagina del frío,brazos de intemperie,regazo del viento,nido de la noche,madre de la muerte,recógelo, abrígalo,desnúdalo, tómalo,guárdalo, acábalo.
VIII No podrás morir.Debajo de la tierrano podrás morir.Sin agua y sin aireno podrás morir.Sin azúcar, sin leche,sin frijoles, sin carne,sin harina, sin higos,no podrás morir.Sin mujer y sin hijosno podrás morir.Debajo de la vidano podrás morir.En tu tanque de tierrano podrás morir.En tu caja de muertono podrás morir.En tus venas sin sangreno podrás morir.En tu pecho vacíono podrás morir.En tu boca sin fuegono podrás morir.En tus ojos sin nadieno podrás morir.En tu carne sin llantono podrás morir.No podrás morir.No podrás morir.No podrás morir.Enterramos tu traje,tus zapatos, el cáncer;no podrás morir.Tu silencio enterramos.Tu cuerpo con candados.Tus canas finas,tu dolor clausurado.No podrás morir.
IX
Te fuiste no sé a dónde.
Te espera tu cuarto.Mi mamá, Juan y Jorgete estamos esperando.Nos han dado abrazosde condolencia, y recibimoscartas, telegramas, noticiasde que te enterramos,pero tu nieta más pequeñate busca en el cuarto,y todos, sin decirlo,te estamos esperando.
X Es un mal sueño largo,una tonta película de espanto,un túnel que no acaballeno de piedras y de charcos.¡Qué tiempo éste, maldito,que revuelve las horas y los años,el sueño y la conciencia,el ojo abierto y el morir despacio!
XIRecién parido en el lecho de la muerte,
criatura de la paz, inmóvil, tierno,
recién niño del sol de rostro negro,
arrullado en la cuna del silencio,
mamando obscuridad, boca vacía,
ojo apagado, corazón desierto.
Pulmón sin aire, niño mío, viejo,
cielo enterrado y manantial aéreovoy a volverme un llanto subterráneopara echarte mis ojos en tu pecho.
XII
Morir es retirarse, hacerse a un lado,ocultarse un momento, estarse quieto,pasar el aire de una orilla a nadoy estar en todas partes en secreto.
Morir es olvidar, ser olvidado,
refugiarse desnudo en el discretocalor de Dios, y en su cerradopuño, crecer igual que un feto.
Morir es encenderse bocabajo
hacia el humo y el hueso y la calizay hacerse tierra y tierra con trabajo.
Apagarse es morir, lento y aprisa
tomar la eternidad como a destajoy repartir el alma en la ceniza.
XIII
Padre mío, señor mío, hermano mío,
amigo de mi alma, tierno y fuerte,saca tu cuerpo viejo, viejo mío,saca tu cuerpo de la muerte.
Saca tu corazón igual que un río,
tu frente limpia en que aprendí a quererte,tu brazo como un árbol en el fríosaca todo tu cuerpo de la muerte.
Amo tus canas, tu mentón austero,
tu boca firme y tu mirada abierta,tu pecho vasto y sólido y certero.
Estoy llamando, tirándote la puerta.
Parece que yo soy el que me muero:¡padre mío, despierta!
XIV
No se ha roto ese vaso en que bebiste,
ni la taza, ni el tubo, ni tu plato.Ni se quemó la cama en que moriste,ni sacrificamos un gato.
Te sobrevive todo. Todo existe
a pesar de tu muerte y de mi flato.Parece que la vida nos embisteigual que el cáncer sobre tu omoplato.
Te enterramos, te lloramos, te morimos,
te estás bien muerto y bien jodido y yermomientras pensamos en lo que no hicimos
y queremos tenerte aunque sea enfermo.
Nada de lo que fuiste, fuiste y fuimosa no ser habitantes de tu infierno.
XV Papá por treinta o por cuarenta años,amigo de mi vida todo el tiempo,protector de mi miedo, brazo mío,palabra clara, corazón resuelto,
te has muerto cuando menos falta hacías,
cuando más falta me haces, padre, abuelo,hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño.
Te has muerto y me has matado un poco.
Porque no estás, ya no estaremos nuncacompletos, en un sitio, de algún modo.
Algo le falta al mundo, y tú te has puesto
a empobrecerlo más, y a hacer a solastus gentes tristes y tu Dios contento.
XVI
(Noviembre 27)
¿Será posible que abras los ojos y nos veasahora?¿Podrás oírnos?¿Podrás sacar tus manos un momento?
Estamos a tu lado. Es nuestra fiesta,
tu cumpleaños, viejo.Tu mujer y tus hijos, tus nueras y tus nietosvenimos a abrazarte, todos, viejo.¡Tienes que estar oyendo!No vayas a llorar como nosotrosporque tu muerte no es sino un pretextopara llorar por todos,por los que están viviendo.Una pared caída nos separa,sólo el cuerpo de Dios, sólo su cuerpo.
XVIIMe acostumbré a guardarte, a llevarte lo mismo
que lleva uno su brazo, su cuerpo, su cabeza.
No eras distinto a mí, ni eras lo mismo.
Eras, cuando estoy triste, mi tristeza.
Eras, cuando caía, eras mi abismo,
cuando me levantaba, mi fortaleza.Eras brisa y sudor y cataclismo,y eras el pan caliente sobre la mesa.
Amputado de ti, a medias hecho
hombre o sombra de ti, sólo tu hijo,desmantelada el alma, abierto el pecho,
Ofrezco a tu dolor un crucifijo:
te doy un palo, una piedra, un helecho,mis hijos y mis días, y me aflijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario